
Postales #26 Sencelles
Un sorbo de silencio y rosado
Querido Matteo,
En Sencelles descubrí una plaza tan pequeña que parece un secreto guardado.
La iglesia marca el ritmo con su campanario, y justo al lado, en una bodega familiar, probé un vino rosado fresco que sabía a tierra soleada y a almendros en flor.
El dueño me sirvió en un vaso sencillo, con la naturalidad de quien comparte algo propio.
Me senté fuera, bajo la sombra, y escuché el eco de las campanas mezclarse con las conversaciones bajas de los vecinos.
Todo tenía un aire de pausa, como si el tiempo también hubiera decidido descansar.
Con afecto pausado,
Ayun

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